jueves, 23 de agosto de 2018

Aventura en el Km. 0


Eran las tantas de la tarde cuando tras retirar todos los objetos móviles del interior de mi coche, y con todas las esterillas por el suelo, introduje la moneda de 1 euro en el aspirador de la gasolinera. Tras emitir un extraño ruido metálico, no se puso en marcha, y por lo tanto no aspiró. 
Oprimí la tecla de devolución y para mi sorpresa, me devolvió 1 céntimo.
Entré en la tienda de la gasolinera, y tras explicárselo, la empleada, cuarentona y poco agraciada, con su mono y gorra de trabajo, me 
acompañó y tras abrir el cajón de la máquina, me demostró que allí no había moneda alguna. 
- "La habrán vaciado hace poco".
¿Me creyó loco o estafador? 
De nuevo en la tienda, cambié monedas para reintentarlo. El aparato tampoco funcionó y ya no devolvió nada. 
Regresé con la empleada, que otra vez abrió el cajón.
- No pulse el botón, mientras el cajón está abierto - me advirtió, cosa que era exactamente lo que yo estaba haciendo. 
Tras cerrar con llave, le di la moneda y voilá, funcionó perfectamente.
Cuando terminé de aspirar el coche pensé en reclamar al dueño de la gasolinera o al servicio técnico del aspirador (me había costado 2 euros un aspirado), pero en ese momento, la máquina me devolvió la moneda de 1 euro. Aspiré de nuevo, y me reembolsó otra vez 1 euro.
Por lo tanto, aspirar 2 veces mi auto, me costó 1,99 euros. 
¿Qué se ha creído la empleada? ¿Que la quiero estafar o que estoy loco y tonto a la vez? 
Posiblemente, a partir de ahora, cada vez que alguien introduzca la moneda, el aspirado le saldrá gratis. 
¿Regreso la próxima vez al mismo aspirador, o ya nunca más?